Calmar a tu gato: 7 consejos para un gato con ansiedad
¿Tu gato muestra signos de ansiedad y no se comporta como siempre?
A los gatos les gusta la rutina, la familiaridad y la seguridad, y su comportamiento puede cambiar si las cosas cambian en su vida: visitas inesperadas, nuevos gatos a su alrededor o incluso cambiar de lugar los muebles en casa.
Puedes llegar a pensar que tu gato simplemente es esquivo (a los gatos les gusta hacer las cosas a su propio modo), pero si crees que algo anda mal, busca estos signos para saber si tu gato está ansioso:
- ¿Agita su cola?
- ¿Sus orejas apuntan hacia atrás?
- ¿Mantiene el cuerpo pegado al suelo?
- ¿Se esconde, marca con orina o araña más de lo normal?
- ¿Ha dejado de comer repentinamente?
- ¿Se lame más de lo habitual?
Intenta averiguar qué le hace sentir ansioso para que puedas ayudarle a calmarse y disfrutar de su vida perfecta. Durante cualquier cambio repentino en el comportamiento de tu gatito, siempre es mejor que lo revise el veterinario para asegurarte de que no sienta ningún dolor y no tenga ningún problema médico subyacente.
¡Ten paciencia!
Una vez que hayas llegado a la conclusión de que tu amigo peludo está nervioso y ansioso por algo, es importante que mantengas la calma. Podrías empeorar la situación si levantas la voz, intentas forzarle a entrar en alguna situación o reprendes a tu gato de alguna manera.
¡Ten paciencia y trata de ayudarle a superar su ansiedad!
7 Consejos para calmar a un gato ansioso
1. Crea una rutina
Asegúrate de que tu gato sepa qué esperar cada día a cada momento: a los gatos les gusta la rutina y la familiaridad. Aliméntalo a la misma hora del día y mantén sus recursos (comederos, areneros, rascadores‚...) en el mismo lugar siempre. Si tu gato sale al exterior, déjale salir a la misma hora todos los días (¡y asegúrate de que tenga acceso a una puerta gatera para que pueda tener su propio horario de vuelta a casa!). Incorpora un tiempo fijo de juego a su rutina diaria, así como la hora de la siesta, mientras ambos os relajáis.
2. Deja que tome sus decisiones
A los gatos les gusta sentir que tienen el control de sus actos e interactúan con los humanos en sus propios términos. Nunca le obligues a estar contigo ni trates de llevarlo en brazos cuando él no quiera, ya que esto solo le asustará y es posible que se revuelva y trate de escapar para ir a esconderse. Obsérvale: él te hará saber cuándo está listo para interactuar.
Si recibís la visita de una persona que él no conoce, asegúrate de que comprenda que tu gato le saludará a su ritmo y a su manera. Es probable que tu amigo felino se frote contra sus piernas si está dispuesto a acercarse. Esta es la forma en que tu gato deja su olor en tu invitado (¡no detectable por humanos!). Es una buena señal, aunque no necesariamente indica que quiera que lo tomen en brazos. Igualmente, es un paso en la dirección correcta.
3. Crea un entorno en calma
A todos los gatos les gusta tener su propio espacio, con su propia cómoda cama y sus propios recursos. Asegúrate de que tenga muchos lugares para descansar. A los gatos les gustan los lugares altos para saltar y ponerse fuera de peligro. A algunos gatos también les gusta la música (hay investigaciones que han demostrado que son aficionados a la música clásica). Si planeas dejarle solo un tiempo, asegúrate de sintonizar la emisora de radio correcta.
4. Dale un refugio seguro
Dale a tu gato un lugar donde pueda retirarse para sentirse seguro y donde sepa que no le molestarán. Puede ser un estante alto, el alféizar de una ventana o debajo de la cama. Recuerda que los abrazos humanos no funcionan en los gatos: les gusta su tiempo a solas, donde pueden estar tranquilos y calmarse hasta que no sientan ansiedad. No te preocupes si se queda a solas durante un buen rato: tu gato puede tardar algún tiempo en recuperarse de una situación estresante.
5. Realiza cambios lentamente
A los gatos les gusta la rutina y no son nada aficionados a los cambios, así que, si planeas traer a un nuevo bebé a casa, mover muebles o incluso decorar, asegúrate de introducir los cambios a tu gato lo más lentamente posible para que tenga tiempo de adaptarse a ellos. Por ejemplo, si un bebé humano va a llegar a casa, puedes comenzar a preparar a tu gato para ello siguiendo nuestros consejos.
6. Asegúrate de que tiene todo lo que necesita
Si tienes más de un gatito en casa, asegúrate de que todos tengan sus propios recursos. Usa la regla +1 si tienes suficiente espacio, lo que significa que cada gato tiene su propio recurso esencial, más un recurso adicional disponible. ¡A los gatos no les gusta compartir! Cada gato debe tener su propia cama, sus propios boles de comida y bebida, un arenero y un rascador. De este modo podrás asegurarte de que no habrá conflictos felinos que puedan poner ansioso a alguno de ellos.
7. Observa a tu gato
Trata de comprender a tu gato. Observa su lenguaje corporal: ¿en qué situaciones parece más relajado? ¿Qué le hace sentir cómodo? ¿Qué le pone ansioso? Especialmente cuando traes un nuevo gatito a casa, todo será nuevo para él. Obsérvale atentamente y déjale tomar la iniciativa. Debes alentar a tu gatito a interactuar y ser amistoso con los humanos, pero asegúrate de dejar que tome la iniciativa y juegue (¡o no!) cuando quiera, para ayudarle a tener confianza. Si descubres qué le relaja y qué no le gusta, puedes hacer los cambios necesarios para aliviar su ansiedad y crear un ambiente de tranquilidad en tu hogar.
Calma a tu gatito
¿Te gustaría ayudar mejor a tu gato a sentirse tranquilo y superar las ansiedades de la vida moderna? Prueba FELIWAY®. FELIWAY® Optimum
emite mensajes de tranquilidad a tu gato y, cuando se usa en el hogar, puede ayudarle a sentirse más seguro y confiado en su entorno y con todos los miembros del hogar. Simplemente conéctalo en la habitación donde tu gato pase la mayor parte del tiempo y asegúrate de que no haya muebles que bloqueen la difusión: En la mayoría de los gatos comienza a verse un cambio positivo en los primeros 7 días.
Si los signos de ansiedad continúan, debes consultar a tu veterinario para descartar cualquier problema de salud subyacente en tu amigo felino.