¿Cómo interactuar con tu gato para que esté feliz?

Para la mayoría de nosotros, un día normal incluye una (o más) sesiones de caricias con nuestros compañeros felinos. Al ser tan habituales, es posible que no pensemos mucho en estas interacciones diarias.

Sin embargo, cuando se trata de los gatos, acariciarlos de un modo que les resulte cómodo puede ser un verdadero arte. Además, aunque podamos pensar que un gato que muerde o araña es simplemente un "gruñón" o un "peleón", puede que sólo esté intentando decirnos que no le estamos acariciando correctamente. 

Este es un tema que quería investigar científicamente, y por fin he podido hacerlo en un estudio reciente. Por lo tanto, estoy encantada de poder compartir en este blog algunos hallazgos importantes (y consejos prácticos) relacionados con las interacciones entre gatos y humanos. Pero antes, es necesario un poco de contexto...

Beneficios para la salud humana y la de tu gato

Científicamente, sabemos que las interacciones entre humanos y gatos pueden aportar diversos beneficios para la salud de los humanos, como la mejora del estado de ánimo y la salud cardiovascular.

Aunque el valor de las interacciones con gatos para los humanos está claro, obviamente también es importante que tengamos en cuenta las experiencias de los gatos. Idealmente, las interacciones gato-humano deberían ser de beneficio mutuo para ambas partes. Esto no sólo es importante desde el punto de vista del bienestar del gato, sino que también tendrá importantes consecuencias en la calidad de nuestras relaciones gato-humano.

Por ejemplo, incluso entre gatos bien socializados, esconderse o la agresión dirigida a humanos, además de otros problemas de comportamiento, pueden ser habituales. En muchos casos, estos problemas pueden deberse a que el gato experimenta interacciones con humanos que le resultan estresantes o incómodas.

Por desgracia, la forma en que elegimos tratar a nuestros gatos (muchos mimos, caricias enérgicas por todo el cuerpo, sesiones de caricias que empiezan y terminan cuando nosotros queremos) puede no coincidir con lo que realmente prefieren nuestros gatos. Y, aunque nuestra señal habitual para poner fin a las caricias puede ser cuando el gato decide morder o arañar, suele haber muchas otras señales (más sutiles) que se producen mucho antes de ese momento.

Además, muchos gatos toleran bien las interacciones que no disfrutan al 100%, y muchos de ellos nunca (o casi nunca) se comportarán de forma agresiva.

Entonces, ¿Cómo podemos asegurarnos de que los gatos disfrutan siendo acariciados? 

Desde una perspectiva ideal, lo que la mayoría de los gatos desean durante la interacción s con nosotros es:

• Sentir que pueden decidir y tienen el control.
• Poder demostrar sus preferencias (es decir, dónde se les toca, cuánto y durante cuánto tiempo)
• Poder negarse en cualquier momento a las caricias

Estos principios pueden aplicarse de forma fácil y práctica siguiendo unas sencillas directrices. Las directrices se basan en el acrónimo "CAT" para recordarlas con facilidad.

• ‘C’ representa el control, es decir, que pueda elegir que quiere.
• ‘A’, significa prestar atención a su comportamiento y lenguaje corporal.
• ‘T’ hace referencia a limitar las zonas en las que tocar a tu gato, sobre todo en las zonas faciales, a no ser que muestre signos claros de que se siente a gusto.

Las directrices están diseñadas para ser adecuadas para todos los gatos, porque fomentan un enfoque flexible basado en la respuesta del gato en tiempo real, garantizando que las interacciones satisfagan las necesidades y preferencias de cada individuo.

Por ejemplo, aplicar los consejos con algunos gatos puede significar no tocarlos en absoluto, porque el gato decide no participar, mientras que para otros puede implicar una sesión completa de mimos, porque el gato sigue pidiendo más.

En un estudio reciente, descubrí que cuando las personas seguían estas pautas en sus interacciones con los gatos, éstos se mostraban más amistosos con ellas y más propensos a mostrar signos de comodidad. Estos mismos gatos también eran mucho menos propensos a comportarse de forma agresiva o a mostrar signos de estrés o incomodidad.

¡Pruébalo en casa!

Aplicar las directrices y consejos es muy fácil. Basta con seguir las instrucciones que se indican a continuación.

Incluso puedes crear tu propio "experimento" en casa. Para ello, simplemente graba a tu gato y a ti durante una sesión típica de caricias durante unos minutos. Espera al menos 30 minutos y, a continuación, graba una segunda sesión, esta vez contigo siguiendo las pautas del "CAT".  A continuación, revisa las imágenes e intenta ver si notas alguna diferencia en las reacciones de tu gato entre los dos vídeos: ¿notaste una diferencia positiva en su comportamiento cuando seguiste las directrices?

C es control

Proporciónale posibilidad de elegir y el control durante la interacción

• Mientras permaneces sentado en el suelo, ofrece suavemente la mano a tu gato para que se acerque y déjale elegir si quiere interactuar contigo o no.
• Si su gato quiere que le toques, se frotará contra ti. Si no se establece contacto, evita acariciar al gato.
• Deje que tu gato se aleje si lo desea, y no caigas en la tentación de seguirle.
• Deje que tu gato controle cuánto le acaricias. Cuando lo acaricies, haz una breve pausa cada 3-5 segundos para "comprobarlo": cuando dejes de acariciarlo, ¿se frota contra ti para pedir más? Si no es así, puede que le apetezca un descanso.
  
  

A es Atención

Preste atención al comportamiento y al lenguaje corporal de tu gato.

Indicadores positivos:

• Agitación suave de la cola (la cola en el aire y agitándose suavemente de un lado a otro).
• Orejas en posición neutral o hacia delante.
• Postura y expresión facial relajadas.
• "Pisar" o "amasar" con las patas delanteras.
• Olfatea y se frota contra ti.
• Ronroneo.

Indicadores negativos:

• Siseos y gruñidos.
• Morder.
• Una "pata de aviso" levantada como si estuviera listo para dar un zarpazo.
• Una postura tensa, agachada o encorvada.
• Ráfagas rápidas de acicalamiento, que suelen durar unos segundos.
• Sacudidas de cabeza y cuerpo.
• El pelaje del lomo parece ondularse o moverse en respuesta al tacto.
• Lamerse la nariz y bostezar.
• Inmovilización/agazapamiento.
• El gato está quieto o no responde, o simplemente no se frota activamente contra ti.
• Giro brusco de la cabeza hacia la cara o la mano.
• Giro lento de la cabeza alejándose de ti (también puede ir acompañado de un bostezo)
• Camina, se mueve, se inclina o se gira para alejarse de ti.
• Movimiento brusco de la cola, sacudida (normalmente cuando baja la cola) o golpe en el suelo.
• Orejas giradas y/o aplanadas.
• Se mueve con frecuencia hacia ti y luego se aleja.

T es tocar

Piensa sobre donde tocas a tu gato.

• La mayoría de los gatos preferirán que se les toque en la base de las orejas, alrededor de las mejillas y algunos también bajo la barbilla, así que intenta centrarse principalmente en estas zonas.
• Si crees que a tu gato podría gustarle que le toquen otras zonas del cuerpo (por ejemplo, la barriga, la espalda, la base de la cola), preste mucha atención a su lenguaje corporal cuando le toques esos lugares y asegúrate de que muestra muchos indicadores "positivos" y ninguno "negativo"