Cómo experimentan los gatos el sentido del gusto
La estructura de la boca
Los gatos son depredadores en todos los sentidos. Su anatomía está diseñada específicamente para la caza. El cráneo contiene grandes cuencas oculares, que afinan su visión para detectar presas, y dientes especializados para diseccionarlas.
En la boca del gato sólo hay 30 dientes, menos que en muchos otros depredadores. Casi todos los dientes están adaptados al consumo de carne, excepto los incisivos de la parte delantera de la boca, que son muy pequeños y se utilizan principalmente para acicalarse.
Los largos caninos, o colmillos, son como pinchos utilizados para sujetar la comida y, más concretamente, para dislocar las vértebras de las presas. Incluso hay receptores de presión especializados en los dientes que triangulan el mejor lugar para un mordisco mortal.
Los dientes posteriores o premolares, y los molares no están estructurados para triturar material vegetal como los dientes de los herbívoros. En cambio, los molares de un gato tienen la forma perfecta para cizallar la carne en trozos más pequeños y fáciles de digerir, y están controlados por potentes músculos mandibulares. Los gatos son verdaderos carnívoros y dependen de un mayor porcentaje de proteínas para obtener energía que cualquier otro mamífero.
Receptores del gusto
En general, el gusto depende de cientos de receptores gustativos situados en las papilas gustativas de la superficie de la lengua. En algunos casos, el gusto es amplificado por el olfato y existen 5 cualidades gustativas: salado, dulce, ácido, amargo y umami.
Cada receptor gustativo tiene una finalidad o una combinación de finalidades diferentes y es responsable de algo más que de saborear los alimentos:
- Los receptores de la sal detectan el cloruro de sodio y ayudan a mantener el equilibrio electrolítico.
- Los receptores del dulce detectan la glucosa o la fructosa.
- Los receptores amargos ayudan a detectar toxinas como los alcaloides venenosos de las plantas.
- El umami detecta aminoácidos salados como el glutamato.
- Los receptores agrios identifican los alimentos en mal estado.
Una vez que las papilas gustativas clasifican la información gustativa, ésta se transmite a través de cuatro nervios craneales diferentes (facial, glosofaríngeo, vago y trigémino) hasta el tálamo en el cerebro. Allí, se integra con otras informaciones, como la térmica, la mecánica, la visceral y la del dolor, para determinar la palatabilidad del alimento.
Sin embargo, ¿sabías que los felinos (incluidos leones, tigres, leopardos y el gato doméstico) no pueden identificar las sensaciones dulces? Esto se debe a una mutación genética que impide a los gatos producir las proteínas que forman los receptores del sabor dulce.
Los gatos tampoco pueden reconocer los sabores salados, pero sí responden a los sabores amargo, ácido y umami. Por lo tanto, los gatos experimentan el sabor de forma muy diferente a nosotros, los humanos.
Las investigaciones realizadas sobre la palatabilidad demostraron que el salmón era el alimento más apetecible para los gatos domésticos y que la carne de rata era menos apetecible que otros alimentos. La mayoría de los gatos aprenden a apreciar ciertos sabores durante su desarrollo neonatal; por ejemplo, los gatitos prefieren alimentos que también son preferidos por la madre. Este tipo de aprendizaje por observación también se extiende a los objetos de juego naturales.
Los hábitos alimenticios de un gato
Los gatos suelen comer entre doce y veinte comidas pequeñas repartidas a lo largo del día. Hay un ciclo normal de caza, espera u observación; seguido de la intensa actividad de perseguir, atrapar, luego consumir y, por último, acicalarse. A continuación, los gatos descansan antes de que se repita este ciclo.
La anorexia o falta de apetito suele ser un problema médico relacionado con una enfermedad subyacente o molestias gastrointestinales. Algunos casos de inapetencia pueden tener componentes conductuales relacionados con la ansiedad, la búsqueda de atención o la aversión al sabor (asociar la comida con sentirse enfermo).
En un entorno doméstico, hemos cambiado el ciclo de alimentación y a menudo nos limitamos a llenar un cuenco para que nuestro gato picotee a lo largo del día. Sin embargo, esto puede provocar aburrimiento u obesidad.
Mi gato come plantas
Los gatos domésticos suelen comer plantas. Por sí solas, no es necesariamente un problema, pero muchas plantas de interior, como las Poinsettias, clásicas en épocas navideñas pueden ser tóxicas. Proporcionar a los gatos menta para gatos o hierba de trigo es una forma adecuada de enriquecimiento, pero hay que asegurarse de que las plantas tóxicas no estén al alcance de nuestros gatos.
Se han realizado muchos estudios sobre comportamientos anormales de succión, masticación o ingestión en gatos y se ha informado de que los gatos siameses y birmanos son las razas en las que esto es más frecuente. Estos mismos estudios han señalado que los cordones de zapatos, cuerdas, telas y goma eran los objetos preferidos para masticar, seguidos del papel/cartón, cuerdas y plantas.
No está claro si estos problemas se deben a un destete precoz, a experiencias estresantes o a problemas médicos subyacentes.
Acicalamiento excesivo
El acicalamiento desempeña un papel importante en el vínculo materno-neonatal. Las gatas madre ingieren la orina y las heces de sus gatitos durante varias semanas después del nacimiento para mantener limpio el nido. Este acicalamiento por parte de la madre da paso después al auto acicalamiento.
Los gatitos empiezan lamiéndose la boca, la barbilla y los bigotes para quitarse la comida. A continuación, se acicalan los hombros y las patas delanteras, luego las caderas y las patas traseras y, por último, los genitales y la cola. Una vez limpio el cuerpo, el gato se lame las patas para lavarse la cara y las orejas.
La lengua del gato tiene púas que ayudan a cepillar su pelaje para eliminar enredos o parásitos, y a redistribuir los aceites naturales de la piel para mantener el pelaje sano. El acicalamiento también es útil para regular la temperatura, ya que la saliva del gato aplicada al pelaje se evapora y enfría el cuerpo.
El comportamiento de acicalamiento suele describirse como compulsivo cuando parece excesivo. Los estudios han demostrado que la mayoría de los casos de autolamido extremo suelen estar relacionados con el dolor o el picor. Cuando se observa este comportamiento, debe realizarse un chequeo médico completo para eliminar cualquier factor médico que pueda contribuir a él, antes de asumir que el problema es estrictamente conductual.
¿Cómo experimentan los gatos el gusto?
El sentido del gusto y la estructura de la lengua que potencia la sensación gustativa son responsables de mucho más que disfrutar de la comida. Ayuda a proteger a los gatos, les proporciona placer y es importante para acicalarse a sí mismos y a sus crías a fin de garantizar su limpieza y una salud externa adecuada.