El punto de vista de un gato: entender la independencia felina
¡Miau! Muchos humanos piensan que los gatos somos distantes, pero a mí me gusta decir que somos "independientes". Después de todo, nuestros parientes cercanos en la naturaleza, los gatos del desierto, son autosuficientes. Tienen su propio territorio, pasan mucho tiempo cazando y les gusta sentarse en lo alto de los árboles, ya que ahí es donde se sienten seguros.
Los gatos domésticos lo tenemos muy fácil en comparación con nuestros parientes salvajes, ¡pero nos seguimos pareciendo a ellos en muchas cosas! Por eso, ahora sabrás qué esperar de un gatito independiente como yo.
Me gusta mi propia compañía
No me molesta estar solo. Me gusta mi propia compañía para poder echar una siesta cuando quiera y pasear para asegurarme de que mi territorio esté marcado, tanto en casa como en el jardín. Amo a mis padres humanos. Hacen todo lo que pueden por mí y me gustan los ratos de juego que pasamos juntos por la mañana y por la noche. También me gusta cuando me acurruco en el regazo de mi humana por la noche y me acaricia, pero una vez que haya tenido suficiente, me iré en busca de mi propio espacio.
La rutina es clave para un gato
Saber lo que voy a hacer todo el día es genial. Significa que puedo seguir mi propia rutina y saber qué esperar. No me gusta cuando las cosas cambian en casa. Me siento confundido y ansioso porque ya no tengo el control. A veces incluso araño los muebles o hago pis fuera del arenero.
Afortunadamente, mis padres humanos están comenzando a reconocer los signos de un gato ansioso y me ayudan a adaptarme a cualquier cambio para que pueda volver a sentirme independiente y seguro.
Me gusta mi territorio
Me gusta tener el control de mi territorio y de todos mis recursos. Es por eso que a veces marco con orina afuera en el jardín para que los demás gatos sepan que estoy aquí.
Me pasa lo mismo con mi plato de comida, mi cama y mi arenero. Prefiero dormir en mi propia cama, no me gusta compartir mi plato de comida y seguro que no compartiré mi arenero, ¡puaj! Al igual que mis parientes salvajes, tengo algunos lugares propios donde me gusta acurrucarme para una siesta. Escogeré uno, dependiendo de cómo me sienta.
Mis padres humanos se aseguran de que mi hermana gatuna también tenga todas sus cosas. Creo que ella también se siente bastante independiente, aunque a veces jugamos juntos como cuando éramos pequeños.
Me gusta pasar tiempo con mis humanos
Mi rutina diaria incluye algo de tiempo de juego con mis humanos, y ¡me divierte mucho! Juegan conmigo y me enseñan a acechar con un ratón de juguete colgado de una cuerda. ¡Es muy parecido a lo que hago a veces en el jardín!
También es muy agradable cuando se sientan a ver la televisión por la noche y yo puedo tumbarme en su regazo o acurrucarme un rato en un cojín del sofá. Están aprendiendo a entender mi lenguaje corporal. A veces les permito que me acaricien, siempre y cuando sea solo alrededor de las orejas y la barbilla. No me gusta que me toquen la barriga o la cola. Si lo hacen, ¡me marcharé!
No somos todos iguales
Al igual que los humanos, los gatos tenemos personalidades individuales. Algunos dependen mucho de sus humanos y otros somos muy independientes. Creo que estoy en el término medio porque disfruto mucho del tiempo con mis padres humanos y mi hermana gatuna (¡cuando estoy de humor!) ¡Pero también me gusta ocuparme de mis asuntos a solas!
Me ayudó mucho que mis humanos empezaran a usar un difusor FELIWAY® Optimum en casa. En pocos días comencé a sentirme realmente más tranquilo, relajado y más cómodo. Podía concentrarme mejor en disfrutar de mis cosas favoritas. Eso me recuerda que debo ir ya a la sala de estar: a esta hora el sol ya está dando de pleno en el sofá.