¿Puedes adiestrar a un gato como a un perro?
Dicen que no puedes enseñar trucos nuevos a un perro viejo… pero ¿alguien se ha detenido a preguntar si puedes adiestrar a un gato? Bueno, tal vez no puedas enseñarle a ladrar a la orden o a competir en Crufts (una famosa competición canina), ¡pero nuestros gatitos tienen unos cuantos trucos bajo la manga! Y, además, los gatos son mejores que Crufts: tienen demasiada clase como para pasearse delante de jueces, ¿no?
Aun así, la gran pregunta sigue siendo: ¿cómo podemos adiestrar a nuestros gatos y podemos utilizar las mismas técnicas que usamos con los perros? Encuentra la respuesta a esta y otras preguntas más abajo.
Abordando el malentendido: ¿se puede adiestrar a un gato?
Uno de los mitos más persistentes sobre los gatos es que no se pueden adiestrar. Este mito probablemente proviene de la impresión de que los gatos son más independientes que los perros y, en general, menos ansiosos por complacer a sus humanos.
Sin embargo, ¡esto es falso! Los gatos pueden ser adiestrados. De hecho, los gatos están aprendiendo constantemente de su entorno y sus experiencias, igual que los perros. La diferencia clave radica en entender qué los motiva y cómo aprenden mejor.
Cada vez que tu gato aprende a hacer algo (o deja de hacerlo) debido a tus acciones, lo estás adiestrando. Ya sea venir cuando lo llamas, usar el poste rascador en lugar de los muebles, o incluso realizar trucos, los gatos son capaces de aprender una amplia variedad de comportamientos.
Comprendiendo las diferencias entre el adiestramiento de gatos y perros
El secreto para adiestrar con éxito a nuestros gatos radica en comprender las diferencias entre adiestrar a un perro y a un gato. Esto implica observar sus diferencias en comportamientos naturales, motivaciones y recompensas.
Comportamientos e instintos naturales
Los perros y los gatos han evolucionado con comportamientos e instintos naturales muy diferentes. Cuando adiestramos a los perros, dependemos de su vínculo innato con los humanos con los que viven, así como de su capacidad para leer nuestro lenguaje corporal. Ambas habilidades provienen de su naturaleza social y su inclinación a vivir en grupo.
Los gatos, por otro lado, provienen de ancestros que pasaban la mayor parte del tiempo solos. Esto significa que pueden ser más cautelosos con el contacto social. No están tan motivados a buscar un grupo con el que convivir, sino un lugar donde se sientan seguros.
En resumen, los gatos tienen prioridades y motivaciones diferentes a las de los perros. Esto no significa que no puedan ser adiestrados; solo significa que requieren un enfoque distinto.
Motivaciones y recompensas
Ya sea para adiestrar a un perro o a un gato, la motivación es clave.
Los perros a menudo están motivados por recompensas sociales, como elogios, atención o incluso la satisfacción de seguir una orden. Por eso, el entrenamiento de perros a menudo se basa en el uso de elogios verbales y caricias como recompensas, además de comida.
Los gatos tienden a estar motivados por diferentes recompensas. Si bien a algunos gatos les encanta un buen rascado en la barbilla o las caricias, la mayoría son más movidos por recompensas de comida o por el juego.
En resumen, el truco para entrenar a un gato es averiguar qué encuentra más gratificante. Para algunos gatos, esto podría ser una golosina sabrosa, mientras que para otros, podría ser una breve sesión de juego con su juguete favorito.
Happy Snack by FELIWAY funciona perfectamente aquí. Este delicioso premio relajante se puede dar directamente del paquete y es una excelente manera de recompensar a tu gato cuando realiza un acto deseado. ¡Incluso mejor! Se puede administrar en pequeñas cantidades, por lo que puede ser utilizado en cada recompensa durante una sesión de entrenamiento.
Es importante señalar que los gatos pueden aburrirse con demasiada cantidad de la misma recompensa, por lo que tener una variedad de opciones puede ayudar a mantener su interés.
Cómo adiestrar a un gato: técnicas básicas
Así que hemos cubierto las bases esenciales de cómo funciona la mente de tu minino: ¡ahora es momento de poner la teoría en práctica! Adiestrar a un gato requiere paciencia, consistencia y comprender las necesidades únicas de tu felino. Aquí tienes algunas técnicas para comenzar:
1. Refuerzo positivo
Al igual que con los perros, el refuerzo positivo es la manera más efectiva de adiestrar a un gato. Esto significa recompensar a tu gato por realizar el comportamiento deseado. Por ejemplo, si quieres que tu gato venga cuando lo llames, usa su golosina favorita como recompensa. Con el tiempo, tu gato asociará la acción con la recompensa y será más probable que repita el comportamiento.
2. Moldear el comportamiento
La técnica de moldear implica recompensar acciones que se acercan gradualmente al comportamiento final que deseas. Por ejemplo, si estás entrenando a tu gato para que se siente, puedes comenzar premiándolo simplemente por quedarse quieto, luego recompensarlo cuando empiece a bajar sus patas traseras y, finalmente, cuando se siente por completo. También puedes intentar guiarlo hacia ciertas posiciones usando golosinas, como mover un premio por encima de su cabeza para llevarlo a la posición de sentado.
3. Consistencia y paciencia
No hay atajos cuando se trata de adiestrar a un gato. El proceso requiere tiempo y repetición, ¡así que la paciencia es fundamental! Cada sesión debe ser corta —de 3 a 5 minutos— y asegúrate de hacerlas de manera frecuente, utilizando siempre las mismas señales.
4. Evita el castigo
Castigar a un gato por no realizar un comportamiento no lo ayudará a aprender. De hecho, los gatos tienden a volverse más ansiosos o frustrados si son castigados, lo que puede dificultar aún más el adiestramiento. Esto incluso puede dañar vuestro vínculo. En lugar de castigar, enfócate en el refuerzo positivo y sé paciente si tu gato no aprende tan rápido como te gustaría.
Entonces, ¿se puede adiestrar a un gato como a un perro?
La respuesta a la pregunta “¿puedes adiestrar a un gato como a un perro?” es tanto sí como no. Sí, en el sentido de que los gatos pueden ser adiestrados usando principios similares de refuerzo positivo. Sin embargo, este enfoque debe adaptarse a la naturaleza única de los gatos, quienes están menos motivados por la interacción social y más por lo que les beneficia directamente.
De cualquier manera, adiestrar a un gato puede ser una experiencia muy gratificante, tanto para ti como para tu amigo felino. Al comprender las diferencias entre el adiestramiento de gatos y perros, encontrar los motivadores adecuados y usar la paciencia y la consistencia, puedes enseñar a tu gato una variedad de comportamientos útiles. ¡Solo necesitas adiestrarlos de una manera que funcione para ellos!
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